miércoles, 13 de junio de 2012

MODISMO
El modismo ejerce una influencia en la lengua hablada y en la literatura. Con su uso coloquial se ha ido enriquecido y al mismo tiempo perdiendo fuerza como instrumento normal. Su permanente vitalidad consiste en que suple con creces una palabra en muchas modismos populares se advierte una intención humorística, piropo exagerado o forma pintoresca de hablar en unas regiones.
Hay que destacar la forma popular de algunos modismos que intenta ocultar en formas cotidianas el horror, la muerte, enfermedades u otros males que aquejan a la sociedad, la lengua española utiliza locuciones como:

- Copelas o te doy cuello ( coopera o te matan)
-Me quiso espantar con el petate del muerto (amenaza)
- Suelta la sopa (habla con la verdad)
- Estiro la pata (se murió)
- Ya se petateo ( Se murió)
- Colgó los tenis ( Se murió)
Se lo cargo el payaso (le va a ir mal)
-No te me aguites (no te enojes, no te pongas triste)
- Esta pa' la rastre (esta fea, enfermo, o mal)

Misión lingüística del Modismo
Lo más importante es suplir ciertos recursos expresivos que le faltan a la lengua. Enriquecer los adverbios de tiempo. A menudo una y otra vez, es un decir amén, en menos de lo que canta un gallo, en dos trancados, de por vida. Sustituyen a los ablativos adverbiales latinos: a ratos perdidos, a trompicones, de una sentada, con todos sus pelos y señales. La eventualidad del modismo depende del desgaste de las palabras por el uso y del mayor o menor florecimiento de las locuciones de moda:

- Tío y Tía                    - ¡Quiero bailar!
-Y...                             - Vamos a hacer pueblo
- ¡Hay tan bobo!          - Vamos a hacer niños para la guerra    
- Hay que mejorar        - Vamos a hechar pata